Así ha evolucionado el Eclipse

Un fino anillo dorado es todo lo que se ve del Sol al eclipsar la Luna un 95% de su superficie poco después de las 11 de la mañana. España es una espectadora privilegiada del fenómeno, Eclipse anular de Sol en una franja que va desde Pontevedra hasta Valencia-Alicante, con Madrid justo en el eje del eclipse.

A partir de las 10h56, los madrileños han visto, durante cuatro minutos, al astro solar convertido en un anillo de oro. De ahí el nombre de ‘eclipse anular’. El eclipse se formó sobre el océano Atlántico a partir de las 10h41, cuando la sombra de la Luna llegó a la Tierra. Diez minutos más tarde comenzó a verse en España y un cuarto de hora después llegará a las costas norteafricanas, avanzando sobre Argelia, Túnez, Libia, el noreste del Chad, Sudán, el suroeste de Etiopía, Kenia y el sur de Somalia.


El eclipse anular morirá en medio del océano Índico a las 14h22 españolas. Bajo la forma parcial de una media luna, el eclipse podrá observarse a lo largo de miles de kilómetros desde Groenlandia, en medio del Atlántico, hasta el oeste de Indonesia y el sur del Índico. Toda Europa, casi toda Africa y gran parte del oeste y el sur del continente asiático disfrutarán también del cuarto eclipse anular del siglo XXI, después de los de 2001, 2002 y 2003.

En el plano científico los astrónomos recalcan unánimemente que un eclipse no aporta nada nuevo. Las primeras observaciones serias fueron hechas hace más de 2.500 años en Babilonia y luego el astrónomo griego Ptolomeo elaboró, en el año 150 de nuestra era, verdaderos cálculos. Se sabe, en consecuencia, desde hace tiempo que la explicación del fenómeno reside en una coincidencia extraordinaria.

Siendo la Luna 400 veces más pequeña que el Sol, éste se encuentra 400 veces más alejado de la Tierra que ella, dando como resultado que los dos astros aparecen con un diámetro casi idéntico. La Luna logra a veces ocultar completamente al Sol, provocando un eclipse total, como el que se observó desde Europa hasta India el 11 de agosto de 1999.

Sin embargo, como la distancia de la Tierra a la Luna varía un poco, ya que su órbita no es perfectamente circular, el disco lunar es, en otros momentos, inferior al diámetro del Sol: el eclipse es entonces anular.

Fuente: AFP