Astronomía para la protección del tiburón ballena

Un programa de computación desarrollado por astrónomos para la búsqueda de estrellas y galaxias podría ayudar a salvar de su extinción al mayor de todos los peces, el tiburón ballena.
Tiburón ballena
La piel manchada del tiburón ballena se parece a un cielo estrellado, con marcas de color amarillo claro sobre una piel gris oscura. Los científicos descubrieron que el programa, desarrollado para localizar objetos celestes al compararlos con patrones conocidos, podría ser utilizado para la identificación de tiburones ballena individuales basándose en estas marcas propias de cada uno de ellos.

“Este es un ejemplo de cómo la tecnología espacial encuentra una aplicación importante aquí en la Tierra”, dijo Zaven Arzoumanian del Centro Goddard de Vuelo Espacial de la NASA en Greenbelt, Maryland, quien trabajó en el proyecto junto al biólogo marino australiano Brad Norman y al programador Jason Holmberg.

“El contraste entre las manchas blancas con la piel oscura de estos animales está bien adaptado para una técnica de visión mecanizada conocida como “extracción de manchas”, que mide las dimensiones y la localización de puntos de un mismo color, dijo Arzoumanian.


La identificación fotográfica de tiburones ballena a través de su patrón “de huellas dactilares” de puntos así como de otros marcadores, ha sido posible durante mucho tiempo. Para esto, se utiliza el patrón de la piel detrás de las agallas, así como las posibles cicatrices y otras marcas que tenga cada individuo.

Pero hasta ahora los científicos no habían podido explotar todo el potencial de esto porque, aunque los tiburones ballena son escasos, sí hay suficientes de ellos como para que su identificación ocular sea imposible, dijeron los investigadores.

El programa de comparación de patrones automatiza el proceso, disminuyendo drásticamente la carga de trabajo.

La nueva técnica implica fotografiar a un tiburón, después de lo cual el mismo es “etiquetado virtualmente”. La investigación puede ayudar a los científicos a aprender hechos como la velocidad de crecimiento de los tiburones, a qué edad se convierten en adultos y su comportamiento alimenticio, dijo Norman.

El trío de investigadores organizó una biblioteca de foto-identificación de tiburones ballena conocida como ECOCEAN para actuar como un depósito de fotografías de estos peces, obtenidas tanto por investigadores científicos como por submarinistas y turistas. EOCEAN es mantenida y utilizada por biólogos marinos que recogen y analizan datos de encuentros con estas asombrosas criaturas a los efectos de aumentar el conocimiento que tenemos sobre ellas.

“Las implicaciones de esta técnica de identificación por computadora y de una biblioteca fotográfica con base en la Internet para el manejo y conservación de los tiburones ballena podrían ser muy profundas”, dijo Norman.

Sin un mayor conocimiento sobre el tamaño de la población, de la estructura y de la evolución de una especie migratoria como el tiburón ballena, resulta imposible saber si los esfuerzos de conservación debieran ser dirigidos local o internacionalmente, o si las reservas marinas están protegiéndolos efectivamente.

Los tiburones ballena están listados por la Unión Conservacionista Mundial como “vulnerables a la extinción”. De hasta 12 metros de largo y 15 toneladas de peso, estos animales viven principalmente en el cinturón de aguas tibias al norte y al sur del ecuador. Son nadadores lentos (no más de 5 kilómetros por hora) y se trasladan moviendo todo su cuerpo, y no solamente la cola como hacen otros tiburones.

Los tiburones ballena, si bien poseen casi 3 000 dientes diminutos, son totalmente inofensivos para los humanos e indiferentes a los buceadores que se les aproximan, ya que se alimentan filtrando su comida (que consiste en enormes cantidades de plankton) con sus agallas, en lugar de morderla.

Fuente: World Science
Traducción: Astroseti