Creación de «ambientes inteligentes»

Un equipo de expertos de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) investiga la capacidad de respuesta de aplicaciones informáticas, en una primera fase, para crear en el futuro «ambientes inteligentes», con servicios automatizados que se iniciarían al detectar la presencia de una persona en un espacio.

Ambiente futuristaEl grupo, dirigido por el doctor Ramon Puigjaner Trepat, catedrático de Arquitectura y Tecnología de Computadores de la UIB, desarrolla «los instrumentos matemáticos necesarios para que a la hora de diseñar esas aplicaciones ya se pueda prever su factor de respuesta y poder modificarlo si resulta necesario», explica la universidad balear en un comunicado.

Este trabajo se realiza con la perspectiva de que «en un futuro no muy lejano» los entornos computacionales puedan ser conscientes de la presencia humana, lo que permitiría que todos los servicios de un aeropuerto se pusieran en marcha al llegar un pasajero y ser reconocido por medio de un DNI activo o que en un museo se pudiera realizar una visita guiada por un dispositivo informático, con recomendaciones según los gustos del usuario.


«Para poder calificar de inteligente a un ambiente, los sistemas deben ser capaces de ‘razonar’ y de proporcionar servicios dirigidos a un determinado contexto», explica la UIB, que añade en su comunicado que «el concepto de inteligencia ambiental (Ambient Intelligence, AmI) supone una sociedad de la información en la que el individuo estará rodeado de sensores de reconocimiento a partir de cuyos datos recogidos se pondrá en funcionamiento toda una serie de aplicaciones para responder a las necesidades de ese individuo».

La reacción de estos sistemas «depende de la acción sinérgica de una gran cantidad de sensores» y de la capacidad de «responder a tiempo para dar un servicio adecuado», por ello el grupo que dirige el doctor Ramón Puigjaner en la UIB trabaja en la incorporación de ese factor de temporalidad en todos esos dispositivos «inteligentes» cuyo desarrollo es todavía incipiente.

El sistema debe ser también capaz de resolver posibles contradicciones y tener en cuenta «el factor seguridad» que «es esencial», como expone el doctor Carlos Juíz, miembro de este equipo de investigadores, en declaraciones recogidas por la nota informativa.

Entre las funciones esenciales que deberán tener los futuros «ambientes inteligentes» se encuentran los de «vigilar ante cualquier fraude o violación en la tarea sinérgica de un conjunto de captores», para evitar, por ejemplo, que una persona pueda robar un coche del garaje de un vivienda con la suplantación de la identidad del propietario.

«El rendimiento y la respuesta en tiempo adecuado, por tanto, son conceptos capitales para el buen funcionamiento de este tipo de sistemas», explica Puigjaner, quien apunta la necesidad de que estos dispositivos hagan «coherente» toda la información captada.

«Esta es nuestra línea de investigación: incorporar los métodos que posibilitan introducir, en el momento del diseño de las aplicaciones, ese factor de rendimiento y temporalidad que puede influir definitivamente en el funcionamiento correcto de un sistema futuro», añade.

Fuente: EFE