Catástrofe del Columbia, hubo supervivientes

Un estudio publicado en la edición de diciembre de Astrobiology anuncia un resultado totalmente imprevisible. Tras el accidente que aniquiló al Columbia y a su tripulación, hubo seres que llegaron a la superficie terrestre sanos y salvos. Los defensores de la Panspermia reciben un impulso inesperado.

Caenorhabditis elegansMinúsculos gusanos de laboratorio, que se guardaban en unas cánulas especiales de aluminio, a bordo de la malograda lanzadera espacial Columbia, sobrevivieron tras salir despedidas de la nave y golpear contra el suelo en un impacto cuya fuerza fue 2.295 veces mayor que la de la gravedad terrestre, tal y como se informa en un documento de investigación publicado en la edición de diciembre de la revista Astrobiology. (Click aquí para ver el trabajo mencionado).


Los investigadores de la lanzadera estudiaban el crecimiento y el comportamiento reproductivo del gusano nematodo Caenorhabditis elegans, un pequeño gusano redondo de suelo (de aproximadamente 1 mm de largo), empleado comúnmente en estudios biológicos. En concreto, los científicos examinaban su crecimiento en un medio líquido llamado CeMM, del cual se quería saber si su uso podría permitir experimentos automatizados con el Caenorhabditis elegans en misiones espaciales futuras.

En el lugar de Texas en el que se estrelló la lanzadera -que se partió en el aire el 1 de febrero del año 2003- se encontraron gusanos vivos en cuatro o cinco de las cánulas recuperadas, tal y como se relata en el informe de la investigación, un descubrimiento que demuestra que las pequeñas formas de vida pueden sobrevivir, relativamente desprotegidas, a la reentrada en la atmósfera de la Tierra.

“Este es un resultado muy excitante”, dijo Catherine Conley, bióloga del Centro de Investigación NASA Ames, e investigadora principal del experimento. “Se trata de la primera demostración de que los animales pueden sobrevivir a una reentrada, algo que podría resultar similar a lo que experimentarían si estuvieran en el interior de un meteorito. Demuestra directamente, que incluso criaturas pequeñas y complejas originadas en un planeta, podrían sobrevivir al aterrizaje en otro mundo sin la protección de una nave espacial”.

Fuente: Astroseti