Las lubinas macho aumentan de tamaño y de peso si están expuestas a la luz

Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que las lubinas macho alcanzan un tamaño y un peso superior cuando se exponen de forma continuada a una fuente de luz artificial.
Lubina
Según informó el CSIC, la investigación dirigida por Manuel Carillo, del Instituto de Acuicultura de Torre Sal (Castellón), ha determinado que la exposición a una fuente lumínica consigue retrasar un mes la aparición de la pubertad en los machos de lubina, una etapa en la que el cuerpo de estos ejemplares deja de crecer.

Este freno del desarrollo somático o corporal durante el segundo año de vida del animal, que coincide con la pubertad del pez, se debe a que las lubinas macho destinan toda su energía al desarrollo de los órganos reproductores, según los investigadores.


Los resultados revelan que la exposición a períodos largos alternos de 16 horas de luz diarias procedente de lámparas colocadas sobre jaulas flotantes o tanques de tierra permite además eliminar a los machos precoces.

Esta exposición a la luz se realizaría, apuntan los científicos, cuando las lubinas tienen unos cuatro meses de edad, y unos dos o tres gramos de peso.

La erradicación de las lubinas precoces, que representan el 30% de las poblaciones, contribuiría a la obtención de tallas mayores, puesto que estos ejemplares adelantan el desarrollo de su aparato reproductor al primer año de vida, y dejan de crecer durante el segundo.

Carillo señaló que los machos precoces no sólo son más difíciles de comercializar, sino que son más susceptibles a enfermedades.

Añadió que la investigación es «de gran interés» para la industria de las piscifactorías, ya que el retraso de la pubertad, y por tanto, la prolongación de la etapa de crecimiento permitirá obtener tallas superiores a las que se comercializan en la actualidad, de entre 300 y 400 gramos.

Conscientes del coste económico y energético de luz artificial de este método, los investigadores del instituto castellonense trabajan en la actualidad para descubrir el momento preciso en el que la lámpara fluorescente resulta «realmente efectiva».

Según indicaron, una vez que se haya localizado el «período crítico de sensibilidad», que se corresponde con el momento de formación de gametos conocido como meiosis, se podrá optimizar el coste de la instalación de aparatos de iluminación.

Fuente: EFE