Una nueva generación de paneles fotovoltaicos

Panel solar enrollableNanocientíficos de la Queensland University of Technology (QUT), de Australia, están desarrollando una nueva generación de paneles fotovoltaicos solares, basados en polímeros, que están en la nanoescala en cuanto a grosor, y son ligeros y flexibles para aplicaciones de energía portátiles.

Los investigadores prevén que la principal aplicación de su tecnología será en energía remota para dispositivos electrónicos portátiles como los teléfonos móviles y los ordenadores portátiles.

Los dispositivos, formados por una lámina flexible de polímero de 100 nanómetros de grosor, se podrán enrollar y llevarlos a cualquier parte, evitando que los usuarios en movimiento dependan de enchufes alimentados por fuentes fósiles para mantener cargados sus dispositivos de comunicación.

Fuente: Avances en Nanotecnología

  • By cesar gomez, septiembre 19, 2007 @ 12:48 am

    estamos interezados en esta nueva tecnologia y sabria agradecer mas informacion sobre la materia, y si este material esta en el mercado actualmente mucho sabria agredeces la informacion.

  • By jose megias verges, junio 26, 2008 @ 7:38 am

    La alteración de los genes será la solución para erradicar las enfermedades mentales
    El psiquiatra Ted Mauger aboga por la estimulación cerebral para los casos de pacientes con trastornos obsesivo-compulsivos

    Ingeniería genética y estimulación cerebral. Ésas son las alternativas para que, en un futuro, se puedan solucionar los problemas mentales que sufre una parte importante de la población mundial. Las claves las dio ayer Ted Mauger, psiquiatra estadounidense experto en psicofarmacología y profesor en la Universidad de Michigan. Mauger ofreció ayer una conferencia a otros psiquiatras en el Hospital de San Agustín sobre el tratamiento asertivo comunitario, antesala del V Simposium de Salud mental que se celebrará hoy y mañana en Avilés.

    «El futuro pasará por no dar fármacos a los enfermos mentales, sino alterar los genes que ocasionan esas enfermedades para evitar que se produzcan. Las pastillas intentan cambiar las cosas, pero no erradican la enfermedad, sólo la esconden», aseguró ayer el psiquiatra.

    Y es que, por ejemplo, en el cincuenta por ciento de los casos de las personas que padecen trastornos obsesivo-compulsivo, las pastillas no siempre funcionan. En estos casos, lo que se realiza es «enseñar al paciente a vivir con la enfermedad». Pero en EE.UU. dieron con la clave para mejorar la situación y, hace apenas un mes, se aprobó la utilización de la estimulación cerebral, que, hasta ahora, sólo se practicaba con enfermos de parkinson, también en personas que padecen trastorno obsesivo-compulsivo. Mauger prevé que en EEUU la aplicación de esta técnica ya sea algo habitual dentro de un año. En España, desconoce cuándo llegará. «Son como unos electrodos que se introducen en el cerebro y con los que se podrá controlar la enfermedad. Es un práctica compleja y muy cara; cada estimulación cerebral costará como 10.000 euros», señaló. Ted Mauger es experto, sobre todo, en el tratamiento asertivo comunitario de salud mental, un programa que empezó a andar en los años 80 y que desde hace nueve años también hay en Avilés. «En esos años, en EEUU, nos dimos cuenta de que las personas enfermas mentales acababan en la cárcel o en las calles ya que sus familias no les querían. Pero volver al hospital no era la solución y de ahí surgió ese tratamiento ambulatorio en el domicilio del paciente», explicó el psiquiatra.

    Para que el programa funcione es importante, según Mauger, establecer una relación entre pacientes y el equipo médico, pasar tiempo con ellos y también aprender de su situación. «El problema no es la enfermedad mental, sino resolver ese problema y para ello, les damos el tratamiento de la manera que haga falta. Cuando hay un familiar se utiliza su ayuda, si no el equipo médico es el que actúa para controlar que se la está tomando. En EEUU, por ejemplo, la mitad de los pacientes son tratados directamente por el equipo médico, ya que la familia no suele aceptar al enfermo mental y lo echan de casa. En España, hay una mentalidad diferente», comentó.

    Pero para que el paciente mejore no sólo está la medicación, sino también enseñarle nuevos hábitos de vida más saludable.

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