Paradoja evolutiva del genoma
Un equipo de biólogos aporta evidencias a favor de una hipótesis polémica que ha dividido durante más de dos años los campos de la biología genómica y la evolutiva. Los investigadores encuentran que el tamaño y la complejidad del genoma de una especie no es una adaptación evolutiva de por sí, sino que puede resultar simplemente a consecuencia de una reducción en el tamaño demográfico efectivo de la especie.
Por regla general, organismos más complejos, como los humanos, tienen genomas mayores que los más simples, pero eso no significa que los organismos con genomas más grandes sean siempre los más complejos. Hay especies de ranas y una ameba que tienen genomas mucho mayores que el humano.
Para ayudar a explicar esta paradoja, dos científicos de las Universidades de Indiana y Oregón publicaron una controvertida hipótesis en 2003: Que la mayoría de las mutaciones que ocurren no son ventajosas, y que cuanto más pequeño sea el tamaño demográfico efectivo de la especie (el número de individuos que aportan genes para la siguiente generación), mayor será el genoma.
«Estamos de acuerdo con algunas de las críticas de la hipótesis, como eliminar los efectos de factores como el tamaño del cuerpo y la tasa de desarrollo», explica J. Todd Streelman, biólogo del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech) y coautor del estudio. «Hemos logrado excluir los efectos de estos factores y analizar si el tamaño del genoma es adaptable».
Analizaron datos de 1.043 especies de peces de aletas radiadas (con radios), de aguas dulce y salada. Los datos previos en la variabilidad genética habían establecido que las especies de agua dulce tienen un tamaño efectivo de población más pequeño que sus homólogos marinos. Si la hipótesis fuese correcta, entonces el tamaño del genoma de estos peces de agua dulce sería mayor que los de agua salada. Y así fue.
Cotejaron entonces los datos con estimaciones de heterocigosidad, una medida de la variación genética de una población, y nuevamente encontraron que las especies con una menor población efectiva tuvieron genomas mayores.
Lo que llama la atención, según los investigadores, es que la complejidad biológica puede evolucionar pasivamente. En sus orígenes, estas mutaciones no adaptables, pero ligeramente dañinas, hacen al genoma mayor. Con un genoma grande, hay más material genético con el que jugar para hacer algo útil. Al principio, tal vez estas mutaciones no son tan buenas para el genoma, pero como se acumulan y las condiciones se alteran a través de la evolución, podrían volverse más complejas y beneficiosas.
Fuente: Noticias21
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Paradojas evolutivas en el genoma « Atención Primaria — octubre 28, 2007 @ 7:15 am