Después de mucha controversia y diversidad de opiniones, el Homo Floresiensis, conocido popularmente como «Hobbit», y que vivió hace 18.000 años en una remota isla indonesia, sí se trataría de una nueva especia, y no un humano con microcefalia.
En el último anuncio de un acalorado debate científico, un equipo internacional liderado por el antropólogo Dean Falk de la Universidad Estatal de Florida, de EEUU, comparó el cráneo hallado con los de nueve personas con microcefalia, una rara enfermedad en la que la cabeza es anormalmente pequeña debido a un mal desarrollo cerebral.
Los científicos concluyó que la mujer adulta de un metro de estatura tenía un cerebro altamente desarrollado, al contrario que el de una persona con microcefalia, confirmando que pertenece a la especie extinguida que ha propuesto la comunidad científica Homo floresiensis, muy relacionada con el moderno Homo sapiens.
Pese a esta investigación, algunos científicos creen que el equipo de Falk ha estado dando vueltas a las medidas que tenían hasta que encontraron algo que les encajaba, por lo que me temo que la polémica va a continuar pese a este descubrimiento.
El 6 de agosto de 1945, la ciudad japonesa de Hiroshima, sufrió la devastación, hasta entonces desconocida, de un ataque nuclear. Ese día, cerca de las siete de la mañana, los japoneses detectaron la presencia de aeronaves estadunidenses dirigiéndose al sur del archipiélago; una hora más tarde, los radares de Hiroshima revelaron la cercanía de tres aviones enemigos. Como medida precautoria, las alarmas y radios de Hiroshima emitieron una señal de alerta para que la población se dirigiera a los refugios antiaéreos.
A las 8:15, el bombardero B-29, “Enola Gay”, al mando del piloto Paul W. Tibblets, lanzó sobre Hiroshima a little boy, nombre en clave de la bomba de uranio.
Uno de los tripulantes de “Enola Gay”, el avíon que llevaba la bomba, describió la visión que tuvo de ese momento, acerca del lugar que acaban de bombardear: “parecía como si la lava cubriera toda la ciudad”.
Se calcula que más de 80.000 de los 250.000 habitantes de Hiroshima murieron ese día y al menos otros 60.000 en las semanas siguientes, víctimas de las quemaduras causadas por las radiaciones de uranio y los incendios causados por la bomba. A parte de varias generaciones después con malformaciones y diversos tipos de cáncer producto de la radiación en el ambiente.
En este vídeo podemos contemplar una espectacular recreación de ese momento, imágenes que nos tendrían que hacer reflexionar a todos hasta que cotas de crueldad puede llegar el ser humano.
Un grupo de científicos encabezado del Centro de Investigación en Energía (CIE), desarrolló un vidrio que bloquea la radiación y el calor solar, pero no la luz.
Su uso permitirá prescindir de equipos de aire acondicionado en casas habitación, automóviles, oficinas y talleres, sin disminuir la luminosidad natural ni el confort del interior. Además de estas ventajas, si se rompe, sus fragmentos no se dispersan.
Para lograr esto los desarrolladores lo han fabricado con forma de sándwich, en medio contiene polivinil butiral (PVB) y, en el centro, polietilentereftalato (PET). Su espesor adecuado se determina de acuerdo con las condiciones climatológicas del sitio donde se vaya a instalar.
El beneficio energético de esta tecnología se ha estudiado en Cancún, Tampico y Tijuana, y ya ha sido probado exitosamente en el CIE.
El consumo eléctrico en España cayó en 1.000 MW, un 2,5%, durante los cinco minutos de apagón convocados por asociaciones ecologistas en favor de la conservación del planeta, dijeron fuentes de la Red Eléctrica de España (REE).
A las 19:55h., cuando comenzó la protesta, el sistema eléctrico registraba una demanda de unos 40.000 MW, que cayeron a unos 39.000 hacia las 20:00h. cuando finalizó la protesta.
«No hubo que tomar ninguna medida adicional, el sistema respondió bien», comentó una portavoz de REE.
Distintos ministerios españoles, empresas y ciudades habían anunciado su intención de participar en la iniciativa «Cinco minutos por el planeta», lanzada por grupos ecologistas para alertar sobre el peligro del cambio climático.
En Valencia se apagaron las luces del complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, mientras en San Sebastián quedó a oscuras el emblemático centro Kursaal, sede de las proyecciones de las películas de su Festival Internacional de Cine.
En Madrid, la famosa Puerta de Alcalá se apagó, mientras en algunos bares, se advertía a los clientes del inminente apagón durante cinco minutos para protestar por el calentamiento global.
Carlos Martin | febrero 2, 2007
Después de mucha controversia y diversidad de opiniones, el Homo Floresiensis, conocido popularmente como «Hobbit», y que vivió hace 18.000 años en una remota isla indonesia, sí se trataría de una nueva especia, y no un humano con microcefalia.
Un grupo de científicos encabezado del 
El consumo eléctrico en España cayó en 1.000 MW, un 2,5%, durante los