Un asteroide con forma de diamante
Fue una cita inolvidable en un escenario repleto de estrellas. La sonda espacial Rosetta, de la Agencia Espacial Europea (ESA), se ha encontrado con el asteroide Steins, ubicado entre las órbitas de Marte y Júpiter, a 360 millones de kilómetros de la Tierra.
«Tiene forma de diamante y lo consideramos la nueva joya del Sistema Solar«, ha explicado el doctor Uwe Keller, uno de los principales investigadores de la misión.
Los datos obtenidos por la sonda europea han comprobado que el asteroide mide 5,9 kilómetros de largo y 4 kilómetros de alto, un tamaño 10% más grande de lo que se creía hasta ahora. Además, la ‘Rosetta’ ha desvelado que la superficie de ‘Steins’ tiene al menos 23 cráteres, el mayor de los cuales mide dos kilómetros.
«Hemos descubierto que el asteroide tiene una cadena de cráteres similar al que puede verse en nuestra Luna y en algunos satélites de Júpiter», declaró Keller. Los científicos de la ESA que han analizado los primeros datos enviados por la ‘Rosetta’ creen que los cráteres probablemente fueron provocados por una lluvia de meteoritos, o por los fragmentos de un asteroide mayor que se rompió en pedazos.
«Éste es un gran primer paso en la exploración europea de asteroides y estamos muy orgullosos de todo el equipo que lo ha hecho posible», aseguró David Southwood, el director científico de la Agencia Espacial Europea. «Como todos los asteroides, el ‘Steins’ es una pieza importante para comprender el gran puzzle del Sistema Solar, que al fin y al cabo se formó en sus orígenes a partir de objetos similares».
‘Rosetta’ tiene como objetivo final orbitar sobre un cometa y posar un módulo espacial sobre su superficie en 2014, convirtiéndose así en la primera sonda que orbita sobre un cometa. Además, también está previsto que un módulo de descenso, denominado ‘Philae’, se pose sobre la superficie del cometa para realizar un profundo análisis químico.
Cuando alcance su objetivo, ‘Rosetta’ habrá recorrido unos 6.500 millones de kilómetros. La sonda ha sobrevolado ya la Tierra en dos ocasiones y Marte una vez, para obtener la aceleración necesaria para seguir su camino.
Fuente: Agencias