La mayoría de planetas que encontramos a «nuestro alrededor» son planetas gigantes parecidos a Júpiter o Saturno, debido a las carencias en los equipos de detección que usamos en la actualidad, incapaces de detectar planetas más pequeños.
Afortunadamente, cada vez los equipos utilizados mejoran su resolución y nos encontramos con noticias como esta, el hallazgo del que hasta la fecha es el planeta fuera de nuestro Sistema Solar de tamaño más similar a la Tierra.
Bautizado como «MOA-2007-BLG-192Lb», tiene una masa de apenas 1.4 la de la Tierra y gira en torno a una estrella enana roja, muy similar a nuestro Sol.
Este descubrimiento nos abre una puerta más a la esperanza de hallar planetas similares al nuestro y nos demuestra que tal vez sean más comunes de lo esperado, aumentando también las probabilidades de encontrar vida.
Fuente: Eliax
Un reciente estudio realizado por investigadores suecos y publicado en la revista Neurology asegura que las personas tranquilas tienen menos riesgo de padecer una demencia a lo largo de su vida.
El estudio se realizó sobre 506 ancianos sanos de más de 78 años que respondieran cuestionarios sobre su personalidad y estilo de vida. El cuestionario midió la vulnerabilidad de los protagonistas hacia la neurosis, o tendencia a angustiarse fácilmente, así como la capacidad de la gente para abrirse a otras personas.
Durante 6 años los investigadores siguieron a los entrevistados, y 144 ancianos desarrollaron demencia. Tras analizar los resultados, los investigadores descubrieron que aquéllos que no se angustiaban fácilmente eran calmados y estaban satisfechos consigo mismo, mientras que los ancianos que solían estresarse con facilidad eran emocionalmente inestables, negativos y nerviosos.
Los primeros mostraron un 50% menos riesgo de desarrollar demencia, comparados con la gente que era socialmente aislada y que se angustiaba fácilmente.
«En el pasado los estudios han demostrado que la angustia crónica puede afectar partes del cerebro, como el hipocampo, y esto puede conducir a la demencia» aseguraron los investigadores.
«Nuestros resultados revelan que tener una personalidad calmada y abierta, combinada con un estilo de vida socialmente activo, puede reducir aún más el riesgo de desarrollar demencia. La buena noticia -agrega el investigador- es que los factores de vida pueden ser modificados, a diferencia de los factores genéticos que no podemos controlar», concluyeron.
Fuente: BBC Ciencia