Según el experto de la NASA Peter Worden, en los próximos 20 años ocurrirá el primer nacimiento de un bebé en la Luna.
La NASA informó recientemente que tenía previsto comenzar a construir una base permanente en el satélite terrestre, la cual servirá de centro científico y como plataforma para realizar pruebas para futuras misiones tripuladas a Marte.
Según el científico, cuando este alumbramiento ocurra, todos en la Tierra entenderemos que los seres humanos somos una especie multiplanetaria.
Pese al optimismo de este científico, no todos piensan igual e incluso la noticia no fue recibida con buena cara por otros compañeros de la propia NASA, quienes señalan que otras investigaciones serán descartadas en favor de la colonización de la Luna. Todavía no se ha tomado una decisión sobre la estructura de la base y sobre las tareas exactas que desempeñarán los astronautas que permanezcan allí, hasta entonces, habrá que tener paciencia antes de ver la llegada de lo que sería el primer bebé lunar.
Me temo que tendremos que esperar estas dos décadas para ver quien tiene razón, pero bajo mi punto de vista se trataría de un paso natural en nuestro intento por colonizar el espacio.
En un futuro, los trajes espaciales podrán generar energía de forma totalmente autónoma simplemente con el movimiento de los astronautas. Para lograr esto, la empresa IntAct Labs está desarrollando un traje espacial que permitirá que ésta generación gracias a pequeñas proteínas biológicas presentes en el traje y que se encargarán de esta función de forma ultra-eficiente como si de una piel energética se tratase.
La proteína en cuestión se llama prestin, y se encuentra en las células del pelo del oído humano y son muy eficientes transformando en voltaje eléctrico el movimiento, simplemente alargándose y contrayéndose. Este movimiento amplifica el sonido en el oído. Sin embargo, esta proteína puede también trabajar a la inversa, produciendo cargas eléctricas en respuesta a tensiones mecánicas, tales como vibraciones minúsculas.
Según los científicos, estas células pueden ser hasta 10,000 veces más eficientes que cualquier material generador de energía en la actualidad, además, aliviarían el peso en los astronautas que ya no tendrían que cargar con pesadas baterías.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Zúrich cree haber descubierto el origen de las galaxias negras, objetos poco conocidos del tamaño de una galaxia con pocas o ninguna estrella y formados por materia oscura, polvo y gas.
Los astrónomos que ha participado en la investigación, cuyo estudio aparecerá publicado en la próxima edición de la revista científica Nature, sostienen que las galaxias negras han perdido su materia luminosa por estar en contacto con otras galaxias más masivas, de forma que las primeras se han convertido en oscuras.
El grupo de investigadores aseguran haber constatado, mediante simulaciones, que existe una relación inversamente proporcional entre la materia negra que hay en una galaxia y el tamaño de ésta.
Los científicos creen que las galaxias negras, principalmente esféricas, no son objetos aislado y raros, sino que son muy frecuentes alrededor de las galaxias masivas, como la Vía Láctea. Además, sostienen que el Universo contiene un número muy importante de galaxias negras minúsculas, que podrían verse con los telescopios más potentes que se están construyendo o planificando en la actualidad.
De nuevo Yaiza Martínez nos sorprende en Tendencias21 con un interesantísimo artículo donde pone de manifiesto pruebas en la detección de dimensiones adicionales. Y es que un grupo de físicos norteamericanos, analizando los datos de los primeros momentos de la formación del Universo, han detectado huellas de estas dimensiones adicionales.
Para llegar a estas conclusiones han tenido que descifrar la influencia que dichas dimensiones tuvieron sobre la energía cósmica liberada por la violenta explosión que originó el Big Bang, y que virtualmente ha quedado intacta durante 13 mil millones de años.
Estas huellas dimensionales han sido captadas por satélites como la WMAP de la NASA, y han permitido a estos físicos desarrollar a partir de geometrías matemáticas simples, un mapa de energía alternativo en el que las dimensiones extra (según ellos siete en total) se hacen algo visibles.
Aunque los datos obtenidos no pueden considerarse concluyentes, de confirmarse demostrarían la validez de la Teoría de las Supercuerdas, gracias a este metafórico viaje en el tiempo justo al instante posterior al Big Bang.
El método utilizado proporciona evidencias de que se pueden utilizar los datos experimentales de ese momento primigenio del Universo para discernir la naturaleza de estas elusivas dimensiones, ya que el problema de estas otras dimensiones es que son demasiado pequeñas para ser medidas a través de las actuales métodos de observación con las que cuentan los científicos.
La importancia de la Teoría de las Supercuerdas radica en que se espera que explique a la vez todas las partículas subatómicas existentes y que unifique las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza (gravedad, interacción electromagnética, interacción nuclear fuerte e interacción nuclear débil).
Me ha llamado poderosamente la atención este artículo publicado en Sondas Espaciales donde comentan que según una novedosa teoría, la Luna podría haberse formado a la vez que la Tierra del mismo material primigenio en los albores del Sistema Solar.
Actualmente se cree que el material del que se formó la Luna fue eyectado de la Tierra al ser golpeada por otro cuerpo planetario. Sin embargo, Peter Noerdlinger, de la Universidad Saint Mary en Halifax, asegura que de ser así, la colisión debería de haber sido de un objeto del tamaño de Marte chocando contra la Tierra de manera anormalmente suave para no alterar la órbita de esta, hecho que según el astrónomo, es muy poco probable.
Este asegura haber hallado la respuesta a porqué la Tierra desarrolló un núcleo de hierro y la Luna no en el supuesto que se hubiesen formado producto de la misma nube gaseosa, principal inconveniente para que los astrónomos descarten esta posibilidad.
Según Noerdlinger la proto-luna sí tuvo un núcleo de hierro, pero fue atraído por la Tierra en un encuentro cercano e incorporado a esta, la proto-luna, desprovista de este núcleo, reagrupó su cáscara exterior rocosa formando la Luna sin hierro que hoy conocemos, concordando de este modo, con la evidencia de que la Tierra recibió un recubrimiento de hierro tras su formación.
Con ayuda de los telescopios espaciales de rayos X XMM-Newton y Chandra de la ESA y de la NASA, los astrónomos han encontrado evidencias de que existe una nueva clase de supernovaconsiderando así más probable el que exista una población de estrellas que evolucionan rápidamente antes de morir en explosiones termonucleares. Estas supernovas rápidas podrían resultar muy valiosas para profundizar en la historia temprana del cosmos.
Varios datos hicieron llegar a los astrónomos a esta conclusión, por un lado, había una concentración inusualmente alta de átomos de hierro, lo que implicaba que los remanentes habían sido generados en explosiones termonucleares de estrellas del tipo enana blanca. Estas explosiones conforman un tipo de supernovas bien conocido, el llamado ‘Ia’. Pero, por otra parte, el gas caliente en los remanentes era mucho más denso y brillante en rayos X de lo habitual en los remanentes de supernova tipo Ia.
«Aún necesitamos saber más acerca de los detalles de estas explosiones, dado que son muy importantes para la cosmología», ha dicho Stephen Reynolds, de la Universidad del Estado de Carolina del Norte. «Pero es emocionante descubrir que realmente tenemos algunos ejemplos próximos de esta clase distinta de explosiones».
La Luna en su giro alrededor de la Tierra presenta diferentes aspectos visuales según sea su posición con respecto al Sol. Cuando la Luna está entre la Tierra y el Sol, tiene orientada hacia la Tierra su cara no iluminada (Novilunio o Luna nueva). Una semana más tarde la Luna ha dado 1/4 de vuelta y presenta media cara iluminada (Cuarto Creciente). Otra semana más y la Luna ocupa una posición alineada con el Sol y la Tierra, por lo cual desde la Tierra se aprecia toda la cara iluminada (Plenilunio o Luna llena). Una semana más tarde se produce el cuarto menguante. Transcurridas unas cuatro semanas estamos otra vez en Novilunio.
Pese a que esta explicación extraída de la Wikipedia es muy descriptiva, el otro día saltando de blog en blog encontré en Club Científico este vídeo tan ilustrativo, ya no hay excusa para comprender a la perfección como evolucionan las diferentes fases de nuestro satélite.
Según un nuevo estudio realizado por científicos de Miami, los diamantes carbonatados (diamantes negros), solo presentes en Sudamérica y África, pudieron haberse formado durante la explosión de una supernova.
Diferentes de otros diamantes, estos son porosos, lo que los vuelve un verdadero rompecabezas para la ciencia. Los científicos dicen que habría sido difícil atrapar el gas en rocas a profundidades cercanas a 200 kilómetros por debajo de la superficie de la tierra ya que la intensa presión allí transforma al carbón en diamantes convencionales.
«Ésta es la característica que primero condujo a algunos de nosotros a pensar, el que, quizás, tenía que haber una alternativa diferente», dice Stephen Haggerty, geólogo de la Universidad internacional de Florida en Miami.
Como los diamantes carbonatados se han encontrado solamente en dos lugares y nunca en campos tradicionales de diamantes, algunos científicos sospechan que ellos se estrellaron provenientes del espacio exterior.
Datados entre 2600 millones y 3800 millones de años, Haggerty cree que vinieron de un gran asteroide diamantífero que pudo haber caído hace unos mil millones de años a la tierra, cuando el planeta y la luna eran bombardeados pesadamente por rocas del espacio exterior. Las nuevas medidas espectrales de los diamantes se asemejan mucho a los de otros diamantes encontrados en meteoritos, así como a diamantes observados en el espacio. Además, se ha hallado hidrógeno en los diamantes carbonatados, lo que indica que vinieron del espacio interestelar rico en hidrógeno.
En aquel momento, Suramérica y África eran una sola masa terrestre, lo que podría explicar el porque estos diamantes solo se encuentran en ambos continentes hoy en dia, señala Haggerty.
Mucho se ha hablado de un hipotético ascensor espacial que conectaría la superficie terrestre con el espacio, facilitando así tareas como llevar suministros a la Estación Espacial Internacional, o incluso personas.
Si bien al principio parecía más un tema de ciencia ficción, poco a poco han ido surgiendo noticias de una puesta en marcha real, así como diversos prototipos del ascensor en cuestión.
Su desarrollo se basaría en un cable de nanotubos de carbono (material super-resistente) desde la superficie del planeta hasta una plataforma orbital situada a una altitud de 35.000 Kms, y luego utilizar la tecnología de levitación magnética para subir y bajar la carga, o los pasajeros, de la tierra al espacio.
Pues bien, si como me ocurría a mí, a vosotros también os cuesta imaginarlo, seguro que este vídeo os aclarará un poquito mejor su funcionamiento.
Un grupo de científicos ha logrado crear un primer mapa detallado de la llamada «materia oscura» de la que está constituido básicamente el universo.
Se trata de partículas que no pueden ser detectadas por la radiación que emiten y no son visibles en ninguna parte del espectro electromagnético, pero cuya existencia se infiere de los efectos gravitatorios que causa en la materia visible como estrellas o galaxias.
Los astrónomos que la estudian anunciaron el domingo haber logrado la tarea que parecía imposible de crear imágenes tridimensionales de algo que se había resistido hasta ahora a todo intento de detección desde que se lanzó la hipótesis sobre su existencia en 1933.
A diferencia de lo que ocurre con los distintos cuerpos celestes, visibles al ojo humano gracias a los poderosos instrumentos de observación como los telescopios, nadie ha visto hasta ahora la materia oscura ni sabe de qué está compuesta, aunque algunos cálculos efectuados por los astrónomos indican que es al menos seis veces mayor que el resto del universo visible combinado.
Con ayuda del telescopio espacial Hubble, un equipo de setenta astrónomos europeos, estadounidenses y japoneses ha logrado crear una imagen de la materia oscura en una región del espacio que contiene galaxias de varios miles de millones de años.
Uno de los descubrimientos más importantes de los astrónomos es que la materia oscura parece formar un armazón o esqueleto en torno al cual se constituyó el universo visible. Aunque los cosmólogos suponían que debía ser así, el descubrimiento constituye una demostración sensacional de que sus cálculos eran correctos y que sin materia oscura no podría existir el universo tal y como lo conocemos.