El »ADN Basura» tiene importancia evolutiva
Un estudio muestra que las regiones que no codifican desempeñan un papel importante en mantener la integridad genética de un organismo.
En su estudio de los genes de la mosca de la fruta, la Drosophila melanogaster (imagen), Peter Andolfatto, profesor de biología en la Universidad de California en San Diego, descubrió que estas regiones se ven fuertemente afectadas por la selección natural, el proceso evolutivo que conduce a la supervivencia de organismos y genes mejor adaptados al entorno.
Sus descubrimientos son importantes porque la similitud de las secuencias genéticas en moscas de la fruta, gusanos y humanos, sugiere que procesos similares son probablemente responsables de las diferencias entre humanos y sus parientes evolutivos cercanos.
Secuenciando el genoma completo de humanos, moscas de la fruta, nematodos y plantas, se ha comprobado que el número de genes que codifican proteínas tiene una similitud mayor de lo que se esperaba. Curiosamente, las mayores diferencias entre grupos principales de especies parecen residir en la cantidad de ADN «basura» en vez de en el número de genes.
Usando un método genético de población recientemente desarrollado, Andolfatto demostró que las regiones expansivas de ADN «basura» (que en la Drosophila representan cerca del 80 por ciento del genoma total de la mosca) evolucionan más lentamente de lo esperado, debido a las presiones de selección natural sobre el ADN que no codifica proteínas para mantenerse igual con el paso del tiempo.
Lo más probable, según Andolfatto, es que este patrón indique resistencia a la incorporación de nuevas mutaciones. De hecho, de un 40 a un 70 por ciento de mutaciones nuevas que se originan en el ADN no codificante no logran ser incorporadas por estas especies, lo que sugiere que tales regiones no son «basura», sino algo funcionalmente importante en el organismo.
Andolfatto también encontró que las regiones «basura» muestran una cantidad extraordinariamente grande de divergencia genética funcional entre especies diferentes de Drosophila, evidencia adicional de que estas regiones son evolutivamente importantes para los organismos. Esto significa que, como la evolución de proteínas, los cambios en estas regiones «basura» del genoma también desempeñan un papel importante en la evolución de nuevas especies.
La evolución de proteínas tradicionalmente ha sido subrayada como un aspecto crucial de la evolución genética y de nuevas especies. El grado de similitud de secuencias de proteínas entre humanos y chimpancés, y otros grupos estrechamente relacionados pero distintos morfológicamente, ha conducido a algunos investigadores a suponer que la mayoría de las diferencias adaptables entre especies son debidas a los cambios en la regulación genética y no a la evolución de proteínas. Los resultados de Andolfatto apoyan esto, demostrando que los cambios reguladores han sido de gran importancia en la evolución de nuevas especies de Drosophila.
Fuente: Universidad de California en San Diego
Traducción: Noticias21