Unos investigadores alemanes han descubierto la manera de generar biodiesel utilizando microorganismos. El estudio ha sido publicado en la General Microbiology, y podría revolucionar este tipo de combustible, ya que la obtención resultaría todavía más económica.
La bacteria Escherichia coli, modificada genéticamente se encargaría de fermentar la materia prima, que podría tratarse de azúcares, madera, paja o cualquier material celulósico. Mediante este proceso se obtendrían etil esteres de ácidos grasos ricos en etil-oleato y pequeñas cantidades de etil palmiato y etil palmitoato, composición distinta al bioesel actual, constituido mayormente por metil diester.
Esto no supondría un problema y permitiría abaratar aun más los costes de la creación de este biodiesel de segunda generación, denominado microdiesel, que además reduciría los graves problemas de competencia de los cultivos bioenergéticos con los alimentarios.
Vía Meneame
Fuente: Microbiology Online
Investigadores de la Universidad del Estado de Pensilvania están estudiando la cuscuta, una planta parasitaria capaz de olfatear a sus presas, generalmente otras plantas como el tomate, la cebolla, los cítricos y algunos más.
Lo curioso del caso es que los investigadores creían que esta planta crecía en direcciones aleatorias y se encontraba de forma casual con las plantas que parasitaba, pero han descubierto que no es así, que esta planta es capaz de detectar a sus presas y dirigirse hacía ellas.
Existe el problema de que los compuestos químicos utilizados para eliminarla también dañan los cultivos afectados. Hasta la fecha no se ha encontrado un remedio para detener los instintos nutritivos de esta planta, aunque se cree que detecta a sus presas por los compuestos químicos que estas liberan en el aire.
Fuente: Astroseti
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Recientes estudios realizados por la Nasa a través del satélite WMAP han revelado que toda la superficie observable del Universo tiene una excentridad del 1%, lo cual quiere decir que seria elíptico y no circular. Este descubrimiento también explicaría porque las orbitas de los planetas son elípticas y no circulares.
Esta no es la primera vez que se sugiere esta posibilidad, ya que Johannes Kepler en la primera de sus leyes sobre el universo ya reflejaba esta idea.
El problema surge cuando tenemos que explicar el por qué de esta forma elíptico. Algunas ideas se basan en un campo magnético uniforme extendido por el cosmos podría tener una excentridad no-cero, (corroborada ahora con los nuevos datos), por lo tanto, este 1% descubierto convertiría al espacio en una elipse.
Los datos de este satélite también han servido para determinar con mayor exactitud la edad del Universo (13.7 mil millones de años desde el Big Bang), o el tiempo que hace que se formaron los primeros átomos (380000 años después del Big Bang).
Fuente: Tendencias21