Gracias al Very Large Telescope de ESO, un grupo de asttrónomos han logrado detectar por primera vez en el ultravioleta la molécula de monóxido de carbono en una galaxia ubicada a casi 11 mil millones de años-luz de distancia. La consecuencia directa de est descubrimiento ha sido la posibilidad de medir de forma precisa la temperatura cósmica en una época tan remota.
Gracias a la potencia de este telescopio y a una selección muy cuidadosa del objeto, seleccionado entre cerca de diez mil quásares, se logró por primera vez detectar juntas tres moléculas como el hidrógeno molecular normal, el deuterado y moléculas de monóxido de carbono (CO) en absorción frente a un quásar, un logro que había permanecido esquivo durante más de 25 años.
Si el Universo se formó en con el Big Bang, la radiación de esta primitiva bola incandescente debería haber sido más caliente en el pasado. Esto es exactamente lo que se encontró con estas nuevas mediciones. “Dada la medición de temperatura actual de 2,725 K, uno esperaría que la temperatura hace 11 mil millones de años fuera cerca de 9,3 K”, dice uno d los investigadores. “Nuestra serie de observaciones únicas realizadas con el VLT nos permiten deducir una temperatura de 9,15 K, sumándole o restándole 0,7 K, en excelente acuerdo con la teoría”.
Este mismo equipo ya había logrado otro récord con la detección del hidrógeno molecular más distante, en una galaxia observada cuando el Universo tenía menos de 1,5 mil millones de años de edad.
Vía | Tendencias21
Fuente: ESO
Un grupo de astrónomos descubrió la supernova más joven de la Vía Láctea, de sólo 140 años y a la que se estaba siguiendo la pista desde hacía más de dos décadas.
El descubrimiento fue posible gracias al Telescopio Chandra de la NASA y el Observatorio Nacional de Radio Astronomía (NRAO).
La supernova es una explosión estelar que produce objetos muy brillantes en la esfera celeste y suele aparecen donde antes no se observaba nada. En ocasiones son difíciles de distinguir si el polvo que desprenden no deja ver su brillo.
Hasta ahora, la supernova más reciente que tenían identificada databa de 1680, según los estudios sobre la expansión de los restos de Casiopea A.
El descubrimiento ayudará a determinar con mayor exactitud la frecuencia con la que las supernovas explotan en la galaxia. La supernova descubierta no había sido vista en estos 140 años porque explotó cerca del centro de la galaxia y quedó incrustada en un denso campo de gas y polvo, señalaron los científicos.
Esto la hacía tres millones de veces más imperceptible que si hubiera estado en la oscuridad, pero gracias a los nuevos sistemas de rayos x y a las ondas de radio que se utilizan consiguieron penetrar en ella fácilmente.
Añadieron que, además de tener el récord de ser la supernova más joven, la G1.9+0.3 es importante porque nunca se había visto una expansión de partículas tan rápida, lo cual estimulará más estudios desde el observatorio Chandra.
Fuente: EFE
Según publica la revista Current Biology, un equipo internacional de científicos parecen haber descubierto la razón por la que las langostas devoran enormes cantidades de vegetación.
Y la razón no puede ser más sorprendente, las langostas se agrupan en enjambres para evitar ser comidas unas por otras. Cuando se juntan, los grupos pueden llegar a contener miles de millones de insectos, que alcanzan a comer toneladas de vegetación en un solo día.
Es tal la cantidad de comida que cuando las provisiones comienzan a escasear y los animales no encuentran suficiente alimento los científicos han observado comerse unos a otros.
Esta sería la causa por la que se agrupan de esta manera tan masiva, curioso cuanto menos.
Fuente: El Mundo Ciencia