Desarrollan una tecnología de conexión a Internet mediante lámparas LED

author | marzo 3, 2009

Una nueva opción de conectarse a internet se está desarrollando en Estados Unidos, a través de lámparas LED.

La verdad que cuesta imaginar que gracias a nuestras lámaparas hogareñas un día podríamos conectarnos a internet, sin embargo, esto parece ser más cercano de lo que nos podemos imaginar.

La transmisión de datos mediante diodos LED podría configurar una forma de conexión a Internet mucho más eficiente, tanto en cuanto a la capacidad de emisión y recepción de datos como en relación al consumo energético. Cada lámpara podría ser una virtual conexión a Internet.

De momento, y antes de lanzar campanas al vuelo, se ha logrado que las luces LED realicen una primaria transmisión de datos, totalmente imperceptible para el hombre y sin que esto sea un obstáculo para el sistema lumínico del ambiente en cuestión.

Según los investigadores, esta tecnología podría estar lista para su comercialización en 2013. Además, las ventajas serían múltiples, no solamente supondría una nueva gama de líneas de conexión a Internet disponibles en el mercado sino, sobretodo, una excelente oportunidad para incrementar el número de conexiones en instituciones educativas, centros barriales u organizaciones gubernamentales, lo que permitiría disminuir la brecha digital entre las zonas con mayor cultura digital y aquellas más atrasadas en este aspecto.

Fuente: BBC Ciencia

El cerebro fósil más antiguo

El Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) ha anunciado que un grupo de investigadores franceses y estadounidenses han descubierto por primera vez un cerebro de 300 millones de años en el cráneo fosilizado de un pez de la familia de los tiburones y las rayas.

Una reconstrucción en tres dimensiones de ese cerebro, también fosilizado y observado gracias a la técnica de la holotomografía por rayos X, muestra «el cerebelo, la médula espinal, los lóbulos ópticos y los nervios», según afirmaron los investigadores en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

El cerebro fue identificado en uno de los raros cráneos de un fosil de un pez hallado en las rocas de Oklahoma y Kansas (en Estados Unidos). Ese fósil pertenece a una especie actualmente extinguida que medía hasta 50 centímetros, cercana a los tiburones y a los peces rata y que vivía en los bajos fondos marinos.

Según el principal autor del estudio, Alan Pradel la mineralización del cerebro «se debe a la presencia de bacterias que lo cubrieron poco antes de su desintegración, provocando así su fosilización».

Según el Museo, «este descubrimiento abre perspectivas nuevas en la investigación sobre la evolución de los vertebrados más antiguos y contribuye a completar el rompecabezas de la reconstrucción» del origen de los seres vivos.

Más información: Live Science
Fuente: AFP

Pisadas de 1,5 millones de años

Una grata sorpresa para los palontólogos y de nuevo en África, refutando su rango como cuna de la humanidad.

Según publica la revista Science, al norte de Kenia se han descubierto las huellas más antiguas conocidas de un hominino, grupo que engloba a humanos, chimpancés y sus ancestros. Concretamente sdatan de hace un millón y medio de años confirmando así que ya se caminaba con pies de estructura y funcionamiento similar a los del Homo sapiens.

En total, se hallaron tres hileras de huellas en un nivel, además de otro grupo de dos pisadas y el rastro aislado de un pie más pequeño en un segundo nivel. Gracias a la tecnología empleada por los investigadores, se escanearon y digitalizaron. «En comparación con los métodos tradicionales, es una técnica extraordinariamente potente, ya que nos permite realizar un análisis informatizado y reproducir moldes sólidos de las huellas empleando polímeros», aseguró Matthew Bennett, director del estudio.

Se descubrió que los pies eran «anatómicamente modernos», con un puente pronunciado y un dedo gordo próximo a los demás y alineado con el eje del pie, a diferencia del de los simios, más separado y en ángulo para trepar a los árboles. El patrón del paso es similar al de los humanos actuales y distinto del de los simios.

Fuente: Público