Material que se repara con el Sol

author | marzo 17, 2009

Concha marinaUn equipo de científicos han logrado crear un nuevo material capaz de autoreparar sus roturas y rasguños cuando se le expone a un rayo de luz ultravioleta.

El estudio se ha publicado en la revista Science, y en el los investigadores explican que el secreto está en que utiliza moléculas hechas de chitosan, una sustancia natural que se deriva de las conchas y caparazones de crustáceos como el camarón.

El material está hecho de poliuretano, pero cuando se fragmenta, la luz ultravioleta provoca una reacción química que repara el daño.

Concretamente se trata de unas moléculas diseñadas para unir oxetano (moléculas en forma de anillo) con chitosan. Según las pruebas realizadas, estos materiales son capaces de repararse a sí mismos en menos de una hora, pudiendo ser utilizados en muchas aplicaciones de recubrimiento, por ejemplo en las industrias del transporte, paquetería, moda y biomedicina.

Fuente: BBC Ciencia

Hallan los indicios de vida más antiguos de la Tierra

ADNcientíficos estadounidenses creen haber encontrado indicios de oxígeno y por tanto de vida en la Tierra, hace 3460 millones de años, casi 800 millones de años antes de lo que se pensaba.

El director de la investigación, Hiroshi Ohmoto y su equipo de la Universidad de Pensilvania, llegaron a esa conclusión tras encontrar diminutos cristales de hematita, un mineral de hierro, en una formación de jaspe en el noroeste de Australia.

En el estudio, publicado en la revista Nature Geoscience, afirman que esto demuestra la existencia de una extensión de agua rica en oxígeno en ese lugar en la fecha indicada.

Y por tanto, denota la presencia de microorganismos capaces de producir oxígeno mediante fotosíntesis unos 800 millones de años antes de los fósiles de microbios fotosintéticos más antiguos conocidos hasta la fecha.

Para confirmar más esta posibilidad, Ohmoto explicó que la hematita puede formarse por la acción de los rayos ultravioleta o del oxígeno y los cristales hallados en Pilbara se desarrollaron a profundidades de más de 200 metros, donde los rayos ultravioleta no llegan.

Fuente: EFE