Las vacas, prometedora fuente de energia

Un nuevo estudio sugiere que algunos de los microorganismos encontrados en los desechos de las vacas pueden proporcionar una fuente fiable de electricidad.

VacaLos resultados muestran que los microbios en alrededor de medio litro de fluido del rumen (el alimento licuado y fermentado extraído del rumen, la cámara más grande del estómago de la vaca) produjeron unos 600 milivoltios de electricidad, o sea, alrededor de la mitad del voltaje de una pila tipo AA recargable.

Si bien no se usará el fluido del rumen como fuente de energía, algunos de los microorganismos encontrados en él también se encuentran en el estiércol de vaca, que puede ser una buena fuente generadora de electricidad. De hecho, en un experimento relacionado, los investigadores usaron directamente dicho estiércol para generar energía en una célula de combustible.


Usar este estiércol como fuente de energía no es una idea nueva; algunos granjeros ya utilizan el metano liberado por el estiércol del ganado para suministrar energía a maquinaria y luces. Pero convertir el metano en electricidad requiere un equipo costoso. Además, el metano necesita ser quemado, lo que crea problemas de eficiencia de energía.

La nueva investigación mostró cómo se produce la electricidad a medida que los microorganismos en el fluido del rumen descomponen la celulosa (un hidrato de carbono complejo que es el componente primario del forraje que comen las vacas), ya que la descomposición de la celulosa libera electrones.

Este estudio representa la primera vez que los científicos han usado la celulosa para ayudar a cargar una célula de combustible.

Los investigadores extrajeron el fluido del rumen de una vaca viva. El rumen es esencialmente una tina de fermentación repleta de microorganismos, donde la mayor parte del alimento que la vaca ingiere se almacena durante un tiempo y se bate continuamente, hasta que pueda ser digerido por completo. Esta masa líquida es lo que los científicos llaman el fluido del rumen.

La vaca usada en el estudio comió una dieta normal. Los investigadores llenaron dos cámaras esterilizadas de cristal con el fluido del rumen colado, para crear la célula de combustible microbiana. Cada cámara tenía alrededor de 30 centímetros de alto y unos 15 de diámetro.

La cámara que formaba el ánodo estaba llena con el fluido del rumen y celulosa que sirvió como fuente de alimentación para los microorganismos. La celulosa es abundante en la mayoría de las granjas, ya que al recoger las cosechas suele quedar como residuo.

La otra cámara, el cátodo, estaba llena con ferricianuro de potasio, un producto químico que actúa como agente oxidante.

Si bien la cantidad de voltaje así obtenida es muy pequeña, se demuestra por los resultados que es posible generar electricidad útil a partir de los desechos de las vacas.

Fuente: Noticias21