A través de los satélites se ha observado que en un plazo aproximado de un millón de años un nuevo continente formará parte de nuestro planeta. Este sexto continente surgirá de una parte del continente Africano, independizándose el cuerno africano (en la imagen) y adoptando muy posiblemente un nuevo nombre.
En septiembre de 2005, al norte de Etiopia, el suelo se abrió se repente formando una franja de 60 kilómetros de longitud, que fue la causa de los terremotos que sucedieron a posteriori, e incluso provocó la caída de algunos animales en la grieta a más de 8 metros de profundidad. Varios satélites detectaron este fenómeno geológico, y aunque aparentemente parezca un hecho de poca importancia, este proceso podría provocar una “temprana” ruptura continental.
Tom Wright, un geofísico de la Universidad de Leed, en Inglaterra, calcula que en aproximadamente un millón de años, la franja de Etiopía podría crecer tanto que provocaría la separación del cuerno de África
Este tipo de grietas en la superficie terrestre suelen producirse en las cordilleras oceánicas, por lo que este caso constituye el primer fenómeno de este tipo detectado en la tierra gracias a las tecnologías que disponemos en la actualidad, y nos brinda la oportunidad de seguir este proceso “en directo” como nunca antes se había observado.
Fuente: Tendencias21
Por primera vez en el mundo, unos científicos argentinos han logrado fecundar óvulos de mujeres que se encontraban congelados sin necesidad de usar espermatozoides. Esta técnica es una forma de reproducción asexual, que no genera embriones por lo que no podría dar lugar a un ser humano, pero si a la producción de células madre.
El estudio, publicado en la revista Fertility and Sterility, evitaría el eterno dilema ético siempre presente cuando se habla de células madre al no formarse embrión.
Los investigadores Ester Polak de Fried, del CER Instituto Médico y José Cibelli, quien investiga en la Universidad del Estado de Michigan, preservaron óvulos de mujeres que tenían 32 años de promedio a muy baja temperatura, los descongelaron y los activaron con dos sustancias químicas. Así, se aplicó la «partenogénesis«, una forma de reproducción asexual basada en el desarrollo de células sexuales femeninas no fecundadas, que se da con cierta frecuencia en insectos, anfibios y reptiles, evitando así la formación de un embrión humano porque carecen del componente cromosómico masculino.
«Tenemos la esperanza de encontrar las células madre en los óvulos activados que conseguimos. Es un gran desafío, porque hay una carrera mundial para conseguirlas por las vías que menos conflictos éticos generen», comentó Polar. Si se lograse, las mujeres podrían guardar sus óvulos como un seguro para cuidar su salud.
Vía Meneame
Fuente: Clarín
Seguramente ya os habréis enterado de esta noticia en los medios de comunicación a lo largo del fin de semana, y es que la creciente pérdida de biodiversidad en los océanos amenaza la supervivencia de las especies que se pescan actualmente hasta tal punto que podrían llegar a desaparecer para 2050, según publica la revista Science.
El estudio, dirigido por el científico Boris Worm, de la Universidad Dalhousie de Canadá, revela un aumento en la desaparición de los recursos marinos a causa del declive de la diversidad marina provocando de manera exponencial el potencial de recuperación de estos así como la estabilidad y la calidad del agua. Se ha comprobado también que en las zonas donde se restauró la biodiversidad, la productividad se cuadruplicó.
Para realizar esta importante investigación, se han realizado 32 experimentos a lo largo de 4 años, observando 48 áreas marinas protegidas así como el número de capturas globales de peces e invertebrados entre 1950 y 2003.
Las conclusiones son reveladoras, la pérdida de diversidad marina está impidiendo cada vez más la capacidad de los océanos para proporcionar comida, mantener la calidad del agua y recuperarse de perturbaciones.
La buena noticia es que esta tendencia es reversible, aunque la humanidad no tiene mucho tiempo para reaccionar ya que, si no se pone remedio, todas las especies marinas salvajes que se pescan hoy día colapsarán (término que significa la desaparición del 90% de ejemplares) para 2050.
Fuente: EFE