El consumo elevado de las bebidas azucaradas (esas que a todos nos vienen a la cabeza) aumenta considerablemente el riesgo de padecer cáncer de páncreas, según un nuevo estudio del Karolinska Institutet. Y no solo estas bebidas, los batidos y el azúcar en el café son dos maneras más de aumentar este riesgo.
El cáncer pancreático es una forma muy seria de cáncer que puede darse cuando el páncreas produce más cantidad de insulina de lo normal como consecuencia de un metabolismo trastornado por el exceso glucosa. Una manera muy conocida de aumentar la producción de insulina es consumiendo grandes cantidades de azúcar.
El estudio comenzó en 1997 con un examen dietético a casi 80.000 mujeres y hombres sanos. Supervisaron a este grupo posteriormente hasta junio de 2005. Según el registro, 131 personas de este grupo desarrollaron cáncer de páncreas.
Los que bebieron cantidades elevadas de bebidas azucaradas, con un promedio de dos o más veces al día, corrieron un riesgo superior al 90% que los que nunca las bebieron. Añadir azúcar al café y consumir cinco tazas al día aumentó el riesgo en un 70% repecto a los que no lo hicieron.
Susanna Larsson, una de las investigadoras implicadas en el estudio asegura que “A pesar de que las probabilidades de desarrollar el cáncer pancreático son relativamente pequeñas, es importante aprender más sobre los factores de riesgo ya que se trata de una de las formas más severas de cáncer, con unos pronósticos muy pobres para sus víctimas. Es difícil tratar y a menudo se descubre demasiado tarde, por ello, es particularmente importante que aprendemos prevenirlo”.
Fuente: Karolinska Institutet
Según un reciente estudio de la Universidad de California en San Francisco publicado en la revista Nature, el veneno de las tarántulas y los pimientos chile comparten mecanismos moleculares que activan el dolor.
Los investigadores han identificado tres moléculas en el veneno de tarántula que dan lugar a que el mordisco de la araña sea tan doloroso. Los péptidos activan el mismo receptor que el componente picante de los pimientos chiles, lo que sugiere que las tarántulas y las plantas de estos pimientos picantes utilizan tácticas agresivas similares para alejar a los depredadores.
Se conocen muchos aspectos de las toxinas específicas de las arañas que producen choques, parálisis y mortalidad, pero se sabe menos sobre las moléculas que promueven el dolor y la inflamación.
Los científicos describen en su estudio tres partículas aisladas de la tarántula de India Occidental «Psalmopoeus cambridgei«, que se unen y activan a un receptor específico de las neuronas sensoriales para provocar el dolor. Cuando se inyectan estos péptidos directamente en la pata de un ratón se observa inflamación y el ratón actúa como si se sintiera dolorido, pero sólo si poseen el receptor.
El receptor, que permite a los iones pasar a través de la membrana de la célula, también es activado por la capsaicina, el componente activo del chile, los pimientos picantes.
El estudio sugiere que la P. Cambridgei y las plantas del chile utilizan mecanismo de señalización molecular similares para provocar dolor y espantar a sus depredadores.
Fuente: Europa Press
Investigadores incluyen del Departamento de Magnetismo Terrestre del Instituto Carnegie, Kalle Westerlund, de la Universidad de Ciudad del Cabo, y de la Universidad de Glasgow han datado por primera vez los diamantes de los campos diamantíferos en los Territorios del Noroeste de Canadá, descubriendo que se tratan de los más antiguos de la Tierra.
Concretamente cuentan con 3500 millones años, formándose a la vez que se formaban los primeros continentes, mediante un proceso llamado subducción, que resulta cuando una placa de la corteza terrestre se desliza bajo otra a centenares de kilómetros en el manto terrestre.
Para datarlos los geólogos se basan en unos minúsculos granos minerales que los diamantes encierran como cápsulas del tiempo en su interior denominados inclusiones, informando no solo de la edad de estas piedras preciosas sino de los procesos geológicos que ocurrieron hace miles de millones de años en las profundidades de la Tierra.
Fuente: Noticias21