Según publica National Geographic, especies comola Limacina helicinia (en la imagen) y por lo menos otras 234 especies habitan tanto en el Ártico como en la Antártida.
Encontrar tantas especies que habitan en ambos polos ha sorprendido a los científicos, que lo califican de inquietante.
«Como estas especies pasaron de un punto al otro del planeta es a día de hoy un misterio», aseguraron.
De momento, no he encontrado más información al respecto 🙁
Fuente: National Geographic News
Segun publica la revista New Scientist, el descubrimiento de compuestos de percloratos en Marte por la sonda Phoenix, de la NASA, hace posible que haya agua líquida en casi toda la superficie del planeta a pesar de las bajísimas temperaturas.
Los percloratos tienen en efecto la capacidad de mantener el agua en estado líquido muy por debajo de los cero grados centígrados, tal y como podemos ver en la imagen. Esto supondría que el agua líquida podría desempeñar un papel más importante en el futuro de ese planeta de lo que se creía hasta ahora.
«Es posible tener líquido en casi todos los lugares donde hay hielo y las temperaturas rebasan esos umbrales, lo que significa prácticamente en la mayor parte de la superficie de Marte», afirma Nilton Renno, de la Universidad de Michigan.
Ese hecho explicaría los barrancos que comentamos anteriormente detectados en las laderas marcianas similares a los producidos por la acción del agua en la Tierra y que parecen haberse formado recientemente.
Es posible que haya también una acumulación de aguas con percloratos debajo de los glaciares y que los ayuden a deslizarse, lo que permitiría entender ciertos signos de que los glaciares más rígidos del manto de hielo del norte de Marte se han desplazado a lo largo del tiempo. Estas aguas parecen haber salido a la superficie en numerosos episodios ocurridos a lo largo de la historia de Marte y han dejado canales secos y otras huellas de antiguos manantiales de aguas calientes.
Gotitas de agua ricas en percloratos podrían explicar incluso algunas protuberancias que han aparecido de pronto en las patas de la sonda Phoenix (en la imagen).
Fuente: EFE
El primer uso matemático del concepto de real de infinito se ha visto retrasado unos 2000 años. Y la culpa la tiene un nuevo análisis de las páginas de un pergamino en el que un monje medieval de Constantinopla copió la labor del griego Arquímedes.
El concepto de infinito es una de las cuestiones fundamentales en las matemáticas y aún hoy es un enigma. El pergamino reproduce 348 páginas escritas por Arquímedes, siendo esta la copia más antigua de los antiguos genios griegos.
En él, se han encontrando pruebas de que Arquímedes ya dió un «uso sistemático del concepto de infinito en una parte del documento llamado Teoremas del Método de la Mecánica. Para analizarlo, se ha examinado el pergamino con un nivel de detalle extraordinario, gracias al uso de imágenes multiespectrales y también a una técnica que utiliza un haz fino de rayos X desarrollada por la Universidad de Stanford. El escáner puede generar una imagen de un millón de píxeles en menos de una hora.
Esta novedosa lectura revela que Arquímedes se dedicaba a las matemáticas e hizo usos del concepto real de infinito, tales como el número de triángulos dentro de un prisma, o el número de líneas dentro de un rectángulo.
Fuente: Live Science